.
- Gertrudis, el profesor me pidió que le pase estas fórmulas a la computadora pero acá hay un número que no entiendo, es un cero o un seis?.- Uy, justo hoy no me traje los anteojos, pero creo que parece un cero..
***
- Por supuesto que esa versión de que el colisionador de hadrones ocasionará un agujero negro que se tragará nuestro planeta y toda la materia circundante es un rumor infundado. Según nuestros cálculos el peligro de este experimento es significativamente bajo..- Profesor, que esperan comprobar con este choque de partículas?.- No tenemos idea. ***
Y fue así que el colisionador de hadrones hizo chocar a las partículas, y como dijeron que era la máquina de Dios, vino Dios a ver que pasaba, y pasó lo que tenía que pasar, las partículas chocaron y se formó un agujero negro.
.
- Que es eso?
.
- No se profesor. Creo que es un agujero negr...
.
Y el agujero negro se tragó al profesor, a su ayudante y a Margaret Thatcher (que estaba paseando por Francia en ese momento), y vio Dios que esto último era bueno.
Entonces Dios y su máquina hicieron el agujero negro un poco más grande, y el agujero se tragó los fondos que los corruptos tenían depositado en Suiza, y después se tragó a los corruptos, y vio Dios que era bueno.
E hizo el agujero más y más grande, y el agujero hizo desaparecer a los criminales de guerra, y a los políticos, y a los jugadores de fútbol pecho frío, y a Gran Hermano y a los pastores de iglesias truchas.
Tragó en una milésima de segundo las enfermedades y los enfermos, los cementerios, las universidades, los lagos y las montañas.
Un poco más tarde ya no quedaba nada, ni siquiera la máquina de Dios. Y vio Dios que esto no era tan bueno. "Tanto trabajo echado a perder por un tarado que confundió un seis con un cero. Tendré que pensar como evitar esto en mi próximo universo" se dijo.
Y fue así que hubo un nuevo Universo, y el primer mandamiento fue:
.
"Amarás a los seis como a ti mismo, no adorarás a los ceros ya que ellos representan la NADA. No te confundirás a ti mismo con la nada" (1)
.
(1) Como se sabe que los hombres de cualquier universo son reacios a cumplir los mandamientos, hubo que poner un poco de temor a la cosa: desde el principio se aclaró que había un solo pecado mortal que podía desatar la ira de Dios como ningún otro.
Esto era razonable, ya que ni la lujuria, ni la gula, ni la avaricia, ni la pereza, ni la ira, ni la envidia ni la soberbia podían destruir un universo.
Sólo una cosa era peligrosa y reprochable, y así se lo dejó claro por el resto de los tiempos:
.
El peor pecado es salir de casa sin los anteojos.