2 ago 2007

Tiempo


Hay un minuto importante, y es el minuto en el que puedo estar con él. El me trajo alguna vez a este mundo, él estuvo allí mientras crecía, él estuvo siempre. Es un minuto importante, ahora que amenaza con irse y no volver, pero sin embargo se queda y a lo mejor se queda lo suficiente como para que yo deje de darle importancia a los minutos que pasan, cuando él está y yo estoy con él.
También están ellos, los que no son míos pero me eligen. Me recuerdan que un minuto de mi tiempo es importante para ellos, ellos que tienen horas y días y años por delante y sin embargo me piden este minuto, como si la impaciencia de chicos y la sabiduría fueran una misma cosa.

Ella en cambio, sabe esperar y yo trato de recompensarla, aunque a veces me pierda entre relojes atrasados y proyectos pendientes, y me olvide de que éste es mas que de otros nuestro tiempo.
Así, entre horas perdidas y momentos fugaces, pasan los días...
De a poco, y sólo a veces, me doy cuenta de lo que es importante y de lo que puede esperar.

4 comentarios:

C dijo...

Me encantan estos escritos tuyos, son un verdadero parate para ponerse a pensar...creo que a veces está bueno tomar conciencia del tiempo presente para apovecharlo al máximo y beberte cada minuto de eso que hacés o esa persona con la que estás...

Te mando un beso desde una Posadas gris y fría.

Caro

Bugman dijo...

Sí, sí, todo muy bonito, pero a ver si se deja de llegar tarde siempre, caracho...

Emeefe dijo...

Caro:

Gracias, me alegra mucho que te gusten, la verdad es que cuando escribo este tipo de cosas lo hago mas que nada como terapia, es poner en palabras una sensación o un sentimiento.
Un beso desde Buenos Aires igualita a Posadas (bah, aunque hoy hubo solcito)

Emeefe dijo...

Bugman:

Usted que sabe???
Me conoce, acaso??
ah si?
ah, si, cierto, me conoce...
Como dijo Oscar Wilde:
"La puntualidad es una pérdida de tiempo"
(!!)
Un abrazo